lunes, 15 de noviembre de 2010
POLLO DE CORRAL
POLLO DE CORRAL
Esta carne sí que es una fiesta. El poder participar de una mesa donde se encuentre esta receta, es un lujo, y eso es lo que ocurre en nuestra comarca. Las fiestas se celebran con un buen pollo campero para comer al medio día y, como generalmente son de unas dimensiones importantes, pues aún queda para la cena; y la verdad es que es una delicia poder comer esta carne: quien no la ha comido nunca y la prueba, no la podrá olvidar jamás.
Géneros y cantidades para 4 personas
1 pollo campero (aunque es algo exagerado, habrá pollo para el almuerzo y la cena)
½ l. de aceite de oliva V.E.
8 dientes de ajo
2 hojas de laurel
8 tomates maduros (se aumentan los tomates por la mayor cantidad de carne)
½ l. de vino blanco (si es de la tierra, mejor)
1- ½ l. de caldo
1 ramillete de tomillo blanco
1 base de ajillo para 8 personas (se aumenta la base de ajillo por la mayor cantidad de carne)
Modo de hacerlo.
Es costumbre en la comarca sacrificar estos pollos y colgarlos, para que la sangre se acumule en el cuello. Hay que atar con una cuerda el cuello por la parte que une con las alas, para que no se vuelva hacia atrás. Para pelar el pollo será necesario calentar una buena olla de agua, ir introduciendo partes del pollo y pelándolas debido a que las plumas están muy duras y no se pueden arrancar así porque sí. Una vez pelado el pollo, se flamea para terminar de limpiarlo de posibles plumas pequeñas o pelillos, cortamos el cuello y, junto con la cabeza y la cresta, se cuece en un cazo con agua. Esta operación se suele realizar para cocinar la sangre de pollo y la cresta: son riquísimas. Lo demás lo cortamos en trozos medianos, aprovechando las juntas de los huesos y nos quedarán trozos muy respetables y en muy buenas condiciones para cocinarlos. Los demás ingredientes los preparamos como en las recetas anteriores y nos ponemos manos a la obra.
En una sartén profunda o cacerola de paredes altas, pondremos el aceite y dejaremos calentar. Cuando esté humeante, introducimos los trozos de pollo y doramos durante 15 minutos, agregamos los ajos enteros, las hojas de laurel y el ramillete, seguimos cociendo y, 5 minutos después, incorporamos el vino. Reducimos durante 10 minutos más, agregamos los tomates cortados a trocitos pequeños, y continuamos la cocción. Unos 10 minutos después, incorporamos el caldo y mantenemos la cocción a fuego lento, con la olla tapada, durante 1 hora (si cocemos a fuego lento la carne se guisará muy bien y sin romperse, al mismo tiempo no gastará tanto caldo y los jugos del pollo se mantendrán mejor). Pasado este tiempo, si observamos que el pollo está tierno, incorporamos la base de ajillo y seguimos cociendo unos minutos más con la cacerola destapada, para que se estabilice el preparado. Una vez reposado la parte líquida, el aceite que quede en la superficie deberá retirarse y lo haremos con una cuchara o un cacillo. Si sigue quedando algo, podemos retirarlo con una servilleta de papel de cocina. El preparado quedará sensacional.
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